Estado actual de la facilitación: claves y tendencias en 2024 y 2025

Facilitacion Crótalos Jorgenavacerrada Altekio

Un blog de Jorge Navacerrada, coordinador de proyectos en Altekio

La facilitación es un ámbito que está en transformación profunda, impulsada por la digitalización, la diversidad de formatos y la integración de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial. Los informes “State of Facilitation” 2024 y 2025 de SessionLab, basados en encuestas globales (en 2024 respondida por 975 personas y en 2025 por 1050 personas) y análisis de personas expertas, ofrecen una radiografía actualizada y plural, aunque parcial, del sector. Como hice hace un par de años, me gustaría aprovechar este espacio para resumir sus principales análisis y reflexiones, desde nuestra mirada como Altekio sobre la facilitación como motor de cambio para la transformación ecosocial.

1. Digitalización y corazón humano: el doble reto de la facilitación

Ambos informes coinciden en que la profesionalización de la facilitación exige dominar herramientas digitales como plataformas colaborativas, herramientas de diseño de talleres e inteligencia artificial (IA).

Todo ello, sin perder de vista lo esencial: construir relaciones, generar confianza y conectar a las personas. La tecnología es un medio, pero el propósito sigue siendo humano. La conexión humana sigue siendo el núcleo del oficio: la empatía, la escucha activa y la creación de espacios seguros son habilidades irrenunciables.

2. Diversidad de formatos: presencial, online e híbrido

La pandemia aceleró la adopción de la facilitación online, pero 2024 y 2025 muestran una estabilización de todos los tipos de formato. 

Por un lado, aunque el formato online sigue muy presente, el formato presencial ha regresado con fuerza y recupera protagonismo. Por otro lado, el modelo híbrido, aunque también se ve algo reducido, se consolida en 2024.

En conclusión, no se trata de apostar por uno u otro, sino poder dominar y elegir el formato que mejor se adapte a las necesidades del grupo, de la entidad y del contexto. Es decir, la clave es poder manejar la multimodalidad, sabiendo cuándo y cómo usar cada formato, convirtiéndose en parte del nuevo repertorio profesional.

3. Sesiones más cortas, impacto más concentrado

La tendencia a sesiones más breves es clara: crece el número de profesionales de la facilitación que no realizan talleres de más de un día, y los formatos de 1-2 horas se imponen, especialmente online. Esta variable también se ve afectada porque cada vez más se buscan resultados rápidos y eficientes, a menudo por restricciones de tiempo y presupuesto, y a que las agendas están muy saturadas.

4. La inteligencia artificial entra en escena

2024 marca un punto de inflexión: tres de cada cuatro facilitadoras/es ya usan IA generativa en su práctica para la generación de ideas y materiales, así como para la automatización de tareas administrativas, aunque con distintos niveles de frecuencia. El gran desafío es integrar la IA sin perder el toque humano ni la capacidad de adaptación a contextos complejos.

5. Diversidad y espacios accesibles para todas las personas

Los informes subrayan la necesidad de ampliar la diversidad en la facilitación en relación a múltiples ejes (según las respuestas obtenidas): género (subrepresentación de hombres -37%- y personas no binarias -2%-, frente al 61% de mujeres), edad (subrepresentación de jóvenes – menos del 3,6% menores de 30 años), origen geográfico (subrepresentación del sur global y personas racializadas), accesibilidad (el 20% de las personas encuestadas se identifican con alguna discapacidad). Esto pone de manifiesto la necesidad de diseñar espacios y procesos verdaderamente inclusivos.

6. Profesionalización: caminos informales y retos de reconocimiento

Según los informes, la facilitación se aprende principalmente “haciendo”, a través de la práctica, el acompañamiento de colegas y la participación en talleres. La certificación formal sigue siendo minoritaria, lo que plantea retos para el reconocimiento profesional y la claridad ante clientes.

Como co-fundador de Altekio y del IIFACE (la red estatal de profesionales de la facilitación) este punto lo tengo claro: sin negar la experiencia como fuente de conocimiento tácito y aprendizaje, creemos que es complementario, necesario y útil un proceso de aprendizaje más explícito y formal. Aquí también considero que es vital que incluya un Código ético que esté comprometido con la calidad y el desarrollo profesional continuo.

7. La facilitación como palanca de cambio organizacional y social

Cada vez más organizaciones reconocen el valor de la facilitación para mejorar procesos, impulsar la colaboración y acompañar el cambio; sin embargo, aún falta visibilizar su impacto (¿os acordáis de cuándo escribí eso de que la facilitación es como un “arma de construcción masiva”?) y también construir relatos que ayuden a que sea reconocida como una profesión estratégica que va mucho más allá de llevar un montón de notas autoadhesivas a un taller y hacer dinámicas. 😉

Iceberg Facilitación

Reflexiones para el futuro

La comunidad crece y la facilitación se consolida como un arte y una ciencia en constante evolución. La integración de tecnología, la apuesta por la diversidad y la profesionalización son retos y oportunidades para quienes creemos en su potencial transformador.

Creo que es importante celebrar estos avances y, también, animar a la comunidad a seguir explorando, aprendiendo y compartiendo: la facilitación es, más que nunca, una herramienta clave para afrontar la complejidad, generar espacios de diálogo y construir un futuro colectivo esperanzador.

Jorge Navacerrada
♠ La imagen del Iceberg la hemos visto en una publicación de Maialen Oregi Elizburu en Linked In, entendiendo que es una adaptación del original en inglés publicado por LetsLightbulb:
Iceberg Facilitación Eng

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