Un blog de Jorge Sánchez-Cruzado, coordinador de proyectos en Altekio
En tiempos de incertidumbre global, donde se entrelazan crisis ecológicas, sociales, económicas y políticas, parece que la tentación de esperar a que las soluciones lleguen únicamente desde arriba sigue siendo fuerte. Sin embargo, cada vez son más las personas y colectivos que, frente a la resignación , deciden juntarse a hablar y ponerse en acción para crear respuestas comunitarias concretas que ayuden a mejorar la vida y regenerar los ecosistemas que habitan.
Proyectos que brotan desde lo local, con múltiples formas, matices y propósitos, pero que comparten una misma intuición: que el cambio sistémico no vendrá solo de nuevas tecnologías ni de grandes cumbres climáticas, sino de una transformación profunda de nuestras formas de convivir, de relacionarnos desde el cuidado de las personas y del territorio. Es ahí donde cobran sentido las iniciativas lideradas por la comunidad (community-led initiatives, CLIs, en terminología internacional), que están demostrando ser laboratorios vivos de transición ecosocial.
Recientemente ha concluido el proyecto Communities 4 Climate (C4C), en el que hemos colaborado como facilitadoras-expertas. Una iniciativa piloto de la Comisión Europea que ha apoyado a 50 comunidades locales en distintos países para impulsar proyectos de resiliencia climática desde una lógica comunitaria. Este programa ha sido una fuente valiosísima de aprendizajes, tanto por la diversidad de experiencias como por la posibilidad de tejer redes entre personas facilitadoras, técnicas, activistas y representantes institucionales.
También estamos colaborando con la Fundación Hope! en el diseño de los Grupos de Acción de la Alianza por la Regeneración: un movimiento ciudadano en expansión que busca canalizar la esperanza colectiva en acciones concretas de regeneración ecosocial. Ambas experiencias -junto con muchas otras que hemos acompañado en ámbitos como energía, vivienda, alimentación, educación, cuidados, transporte y restauración de la naturaleza- refuerzan una convicción común: la fuerza de lo comunitario como palanca de cambio profundo.
Raíces locales para transiciones globales
Las iniciativas comunitarias regenerativas son expresiones de una cultura del cuidado, de una práctica de ciudadanía activa y situada que pone en el centro la vida y la interdependencia entre personas y naturaleza.
Y es que, como decía el maestro zen Thich Nhat Hanh, no somos, «inter-somos» (concepto de interbeing).
Lo comunitario no se limita a una escala territorial: es una forma de estar en el mundo que prioriza la colaboración sobre la competencia, el arraigo sobre el extractivismo, y la corresponsabilidad sobre la delegación. En muchos casos, estas iniciativas conectan saberes tradicionales con enfoques innovadores, fortalecen economías circulares y relocalizadas, restauran ecosistemas y fomentan modelos de gobernanza compartida. Desde comunidades energéticas hasta bosques comestibles, desde sistemas de cuidados autogestionados hasta experiencias de custodia del territorio, estas propuestas invitan a imaginar otra forma de habitar el planeta: más justa, más lenta, más viva.
Pero también es importante hablar con honestidad de los retos que afrontan.
Retos y claves de la acción comunitaria
Acompañando iniciativas comunitarias en toda España y en el intercambio con otros países europeos, hemos observado patrones comunes a la hora de enfrentar los retos derivados de la acción comunitaria:
- Dificultades en la gobernanza y coordinación: la diversidad de opiniones, las diferencias y tensiones internas, la sobrecarga o la falta de habilidades relacionales pueden frenar el avance de proyectos con enorme potencial. Para abordarlos con más conciencia es importante que, al menos algunas personas, estén habituadas a participar en espacios horizontales, cuenten con formación en liderazgo participativo, escucha activa o facilitación de grupos.
- Dedicación limitada y dificultad para profesionalizarse: la mayoría de iniciativas se sostienen con el tiempo libre de personas voluntarias. Cuando los proyectos ganan en complejidad, necesitan continuidad, especialización o gestión administrativa. Como la profesionalización es difícil sin recursos estables, es probable que se generen ciclos de entusiasmo y agotamiento difíciles de sostener en el tiempo.
- Acceso limitado a recursos: no siempre hay espacios, herramientas, financiación o acompañamiento accesible para poner en marcha las ideas. Muchas comunidades carecen de apoyos técnicos adaptados a su realidad, o de financiación suficiente para cubrir gastos básicos, por ello es importante pensar en ello antes de ponerse manos a la obra.
- Burocracia y marcos normativos restrictivos: las trabas administrativas o la rigidez normativa son barreras frecuentes. Colectivos sin experiencia jurídica o administrativa pueden sentirse desbordados ante las exigencias de licencias, subvenciones o interlocución institucional. A menudo, la falta de flexibilidad por parte de las administraciones bloquea o ralentiza proyectos transformadores.
A pesar de estos retos, hay estrategias y elementos clave que ayudan a las comunidades a fortalecerse y avanzar, como:
- Generar espacios de confianza donde se compartan no sólo ideas, sino emociones, cuidados y motivaciones. Las Comunidades de Aprendizaje o de Práctica son una gran herramienta para esto.
- Cuidar el lenguaje y la narrativa: hablar desde la esperanza, el arraigo y la dignidad moviliza mucho más que desde la culpa, las dificultades o el colapso.
- Formar referentes locales, especialmente en gobernanza y facilitación, que dinamicen procesos de forma sostenida.
- Diseñar pilotos sencillos que generen aprendizaje, confianza y legitimidad.
- Incorporar lo artístico, lo simbólico y lo emocional en las acciones, cultivando también la dimensión cultural del cambio.
Qué necesitan las comunidades para florecer
Los procesos de regeneración comunitaria no se escalan de un día para otro, sino que se cocinan a fuego lento. Necesitan tiempo, cuidados, acompañamiento y condiciones favorables. Algunas de las claves que consideramos imprescindibles son:
- Financiación estructural, que no dependa de proyectos cortoplacistas, y que permita sostener la visión a largo plazo.
- Acompañamiento profesional, especialmente en fases iniciales o momentos de crisis.
- Reconocimiento institucional, que valore a las comunidades como aliadas en la transición ecológica, y no solo como posibles beneficiarias.
- Espacios de encuentro y conexión entre iniciativas, tanto a nivel territorial como temático.
- Simplificación administrativa y marcos legales facilitadores, que habiliten la acción ciudadana en lugar de “ahogarla” en burocracia.
Tejer comunidad es cultivar resiliencia
La regeneración no es solo restaurar lo dañado y reforzar los vínculos entre personas y con el planeta; también es reimaginar futuros posibles y activarse para caminar hacia ellos. Es volver a mirar la tierra y nuestras relaciones con ojos nuevos. Como recordaba Erika Zárate de la cooperativa Resilience.Earth en un evento de C4C, “el control no es poder”: la verdadera fuerza está en el proceso, en la confianza, en la cooperación. Lo que florece en los márgenes hoy puede ser el corazón de una nueva cultura mañana.
Desde Altekio, seguiremos impulsando y acompañando procesos donde las comunidades sean protagonistas, donde el cambio se construya desde la escucha, la corresponsabilidad y la alegría compartida, y donde la esperanza no sea un gesto ingenuo, sino una práctica colectiva cotidiana. Porque la transición ecosocial no es posible sin comunidades vivas, diversas y organizadas.
Y porque, como decía El Principito, lo esencial sigue siendo invisible a los ojos… pero se siente con fuerza cuando una comunidad entera decide ponerse en acción.
Jorge Sánchez-Cruzado
♠ Si te interesan estos temas, compartimos algunos proyectos destacados:
- ECORREDES, Ecosistema de Comunidades para la Regeneración Ecosocial. Se trata de una nueva plataforma que estamos impulsando actualmente con el apoyo de ECOLISE en el marco del proyecto europeo Funding Fairer Futures, junto a redes como la Red de Transición, Red Ibérica de Ecoaldeas y REAS.
- Communities 4 Climate, Comisión Europea
- Alianza por la Regeneración, Fundación Hope!
- Comunidad de Aprendizajes prácticos en Acción para el Empoderamiento Comunitario (ACE), FIIAPP-EUROCLIMA

